El fotógrafo de bodas cada vez está más infravalorado, no porque haya perdido valor sino porque se ha perdido criterio para valorar, conformismo vs. falta de exigencia, sumado a falso ahorro más cualquier cosa hace fotos llevan a plantearse opciones que realmente no son una alternativa pero lo parece. ¿Acaso alguna pareja encarga a la cuñada platos del aperitivo, a la abuela los ornamentos florales o verian bien llevarse "tapers" como platos del banquete? Pues es lo mismo que pedir al cuñado que haga las fotos con su reflex o pedir a los invitados que haga muchas fotos con sus móviles porque no habrá fotógrafo profesional.

Es una pena pero es así y el problema es la falta de criterio para valorar porque por ello se equipara cualquier cosa a lo profesional y pasa en todos los sectores, con la googlemania cualquiera sabe más y se atreve incluso a discutir al profesional. Pero ser fotógrafo es mucho más, profesional añade aún más y serlo de bodas ya lo más y todo eso no se aprende ni googleando ni se obtiene con un camarón, ni se consigue con unos consejos o copiando al profesional.

La fotografía es arte más ciencia más técnica más equipo. Ser profesional no es solo tributar los impuestos o estar dado de alta del IAE, es dedicarse laboralmente y en cuerpo y alma, es formarse, todo para ofrecer una calidad profesional. Serlo además de bodas es lo más difícil, porque se ponen en práctica todas las disciplinas fotográficas y contrareloj, a destajo, bajo la presión del evento y con la responsabilidad de que nada puede fallar y en ese caso hay que estar preparado. Todo eso no se consigue simplemente con una buena cámara o con cientos de fotos de móviles.

Pero también está infravalorado porque se considera un gasto y esto es un error el gasto es lo que se va y no vuelve, el menú es un gasto porque una vez consumido y disfrutado el recuerdo será vago si no se ayuda de algo, es un dinero sin retorno. Lo mismo ocurre con las flores, con el coche o la barra libre, solo permanecerá en la cada vez más volátil memoria. Salvo el reportaje fotográfico y de vídeo, este será eterno mientras no se destruyan todas sus copias, será transmisible, copiable, disfrutable al instante y gracias al que todo lo que fue sólo gasto será recuperable aunque sea en imagen. Pero paradójicamente lo único que hace eterno a todo lo demás es en lo que más se escatima, se gasta verdaderas burradas en cosas perecederas mientras se evita hacerlo con la fotografía y vídeo, obviamente cada uno gasta en lo que quiere pero con esto solo pretendo abrir los ojos ahora a las parejas y que no se arrepientan dentro de 20 años y para la posteridad de no haber contratado un profesional.

Si estáis de acuerdo en la importancia de disponer del bonito testimonio que representa el reportaje, encontraréis muchas formulas y rangos de precio, nosotros ofrecemos una tarifa completa pero competitiva según necesitéis y según la distancia, podréis escoger el tipo de servicio (foto, vídeo, álbum y otros), según la duración (desde un mínimo según distancia añadiendo las horas que necesitéis), cantidad de profesionales y mucho más.

No dejéis de ver que cuentan las parejas sobre nosotros, eso es lo que cuenta.